DON'T PULL IT OUT @pabscharms moved to Scotland a while bac..

DON'T PULL IT OUT

@pabscharms moved to Scotland a while back, and somewhere along the way, dude figured out he liked guys. No big deal. He wasn’t out there hiding it either. Missed out on some shit when he was younger, but now? He was making damn sure he got his fill.

We crossed paths at Pride in Madrid, the city buzzing with heat, sweat, and that wild, anything-goes energy. His grin was cocky as hell, like he knew he was about to wreck me, and I wasn’t mad about it. Honestly, I was feeling the exact same thing.

Shit escalated fast. We didn’t waste time playing games—straight to his room, clothes flying off before we even closed the door.

It was sweltering outside, like 35°C easy, but inside? Inside, it was fucking burning up. Pablo stripped down fast, revealing every damn inch of his tan, tattoo-covered body. Man was built, ink running all over his body making me want to find out where those lines ended.

Then I saw it—him. His dick, hanging heavy between his legs, thick as hell, not even hard yet. I could feel my mouth go dry, and then immediately water, cause fuck, I wanted it. All of it. The way he looked at me, like he knew exactly what I was thinking, just made me hungrier.

He grabbed my face and kissed me hard, like he was trying to eat me alive, but my attention? It kept drifting lower. I dropped down, not even waiting for him to ask, and took him in my mouth, feeling him swell up, growing thicker, harder, until I could barely fit him in. It was a challenge, but shit, I wasn’t about to back down.

Next thing I knew, he had me pinned to the bed, my legs spread, and I was already dripping, ready for him. When he pushed inside, fuck, it was like he was splitting me open. That cock stretched me out in the best way, and I couldn’t stop the moan that ripped out of my throat. He filled me up like no one else had, and I was hooked.

He started fucking me hard, his hips slamming into me, each thrust deeper than the last, like he was determined to fuck me into the mattress.

The sound of skin slapping against skin filled the room, mixed with the grunts and gasps that escaped both of us. He had me bent in ways I didn’t even know I could handle, and all I could do was hold on for dear life, trying to keep up. The way he pounded into me, the way his cock stretched me with every thrust—it was almost too much, but fuck, I wanted more.

I could feel it building inside me, the pressure, the heat, the way my body wrapped around him, pulling him deeper. I didn’t want him to stop. I didn’t want him to pull out until he’d completely wrecked me.

I couldn’t hold it in any longer. I gasped, Don’t fucking pull out, barely able to catch my breath between the brutal rhythm he set.

His eyes locked on mine, and he smirked—like he knew he had me exactly where he wanted me. He kept pounding, harder, faster, until I was seeing stars.

When we finally came, he stayed buried deep inside me, just like I wanted.

Just like we both fucking needed.

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NO LO SAQUES

@pabscharms se mudó a Escocia hace un tiempo, y en algún punto se dio cuenta de que le molaban los tíos. Sin vergüenza, ni pollas. No lo pudo explorar antes, pero ahora, estaba recuperando todo lo que no vivió.

Nos cruzamos en el Orgullo de Madrid, con el ambiente cargado de calor, sudor y esa energía salvaje que te enciende. Su sonrisa era chula, de esas que te dicen que te va a reventar, y yo estaba totalmente en las mismas.

Todo fue rápido. No nos pusimos a jugar ni nada, fuimos directos a su habitación, tirando la ropa al suelo antes de cerrar la puerta.

Fuera hacía un calor brutal, como 35°C o más, pero dentro... Dentro estábamos que ardíamos. Pablo se quitó la ropa de una, dejando al aire cada centímetro de su cuerpo moreno y cubierto de tatuajes. El tío estaba fuerte, lleno de tinta que le bajaba por los brazos, cruzándole el pecho, perdiéndose bajo la cintura de sus pantalones. Me moría por saber a dónde llevaba todo ese dibujo.

Y entonces lo vi—él. Su polla, colgando pesada entre sus piernas, gorda de cojones, y todavía ni estaba dura. Sentí la boca seca y, al mismo tiempo, empezaron a caerme las babas, porque joder, la quería. Toda. Él me miró como sabiendo perfectamente lo que estaba pasando por mi cabeza, y me calentó aún más.

Me agarró la cara y me besó con fuerza, como si quisiera devorarme, pero mi cabeza estaba ya en otra parte. Bajé sin esperar ni un segundo, me la metí en la boca, y sentí cómo crecía, haciéndose más dura, más gorda, hasta que apenas podía con ella. Era una puta bestia, pero no iba a echarme atrás.

En un momento ya me tenía tirado en la cama, con las piernas abiertas, y yo ya estaba empapado, deseando que me lo metiera. Cuando empezó a entrar, joder, fue como si me partiera en dos. Esa polla me estaba abriendo como nadie antes lo había hecho, y no pude evitar soltar un gemido. Me llenaba tanto que pensé que me iba a desmayar, y ahí ya me tenía.

Empezó a follarme fuerte, sus caderas chocando contra mí, cada embestida más profunda que la anterior, como si su misión fuera clavarme en el colchón. Sus manos me apretaban las caderas con fuerza, dejando marcas que iba a sentir al día siguiente.

El sonido de la piel chocando, sus jadeos, mis gemidos... todo se mezclaba en el aire. Me tenía doblado de formas que ni sabía que podía aguantar, y yo solo podía agarrarme a lo que fuera, intentando seguirle el ritmo. La manera en la que me embestía, cómo esa polla me abría con cada movimiento... era demasiado, pero a la vez, necesitaba más.

Podía sentirlo dentro de mí, la presión, el calor, cómo mi cuerpo se ajustaba a él, queriendo que se hundiera más. No quería que parara. No quería que lo sacara hasta que me dejara roto.

No aguanté más. Jadeé, No lo saques, joder, apenas podía respirar entre los movimientos brutales que me estaba dando.

Él me miró fijamente, con una media sonrisa—como si supiera que ya me tenía donde quería. Siguió follándome, más fuerte, más rápido, hasta que empecé a ver estrellas.

Cuando por fin llegamos, se quedó dentro de mí, exactamente como yo quería.

Justo como los dos lo necesitábamos.