









En la antigua Grecia la pasión sexual se manifestaba en las imágenes de Afrodita y Eros, conocido en la época romana como Cupido.Eros, hijo de Afrodita y la encarnación de su poder, empleaba un arco y unas flechas para infligir pasión tanto a mortales como a dioses.En esta figura, la piel de león del legendario Heracles/Hércules cuelga despreocupadamente detrás del joven dios, sugiriendo que incluso el guerrero más formidable queda indefenso ante las armas del deseo.Figura de la primera foto proveniente del British Museum, 100-200 d. C.